El Ministerio de Salud no aceptó la renuncia de médicos en Orán.

Habían renunciado en septiembre pasado por las precarias condiciones laborales.
El Ministerio de Salud de la Provincia rechazó las renuncias de los 22 médicos que trabajan en la guardia del hospital San Vicente de Paúl, de Orán, presentadas el pasado 12 de septiembre.
Los profesionales decidieron renunciar por las precarias condiciones laborales en las que debían desempeñar su trabajo y por la falta de respuesta a sus pedidos.

"Hay 5 médicos que trabajan con legajo prestado, sin ART, sin obra social ni aportes jubilatorios. Los recursos humanos son insuficientes, lo que genera sobrecarga horaria y el agotamiento de los profesionales", dijo Cristina Nesrala, delegada de Apsades.

La protesta lleva ya 38 días y, pese a las reiteradas visitas de autoridades del Ministerio de Salud, los profesionales no recibieron respuestas.

Es que desde el 5 de septiembre pasado el hospital solo atiende las emergencias. No se atienden pacientes en los consultorios externos ni en los centros de salud de los barrios.

Los profesionales están en estado de asamblea permanente.

Muchos médicos generales cubren las guardias de pediatría mientras los profesionales de adultos realizan guardias de 48 a 72 horas.

En caso de emergencias, el denominado "shock room" es un espacio obsoleto, con dos camillas viejas, sin ruedas ni movilidad, para atender al paciente crítico. Carece de toda tecnología y recursos físicos propios de una guardia.

Habitualmente se atienden de cuatro a seis pacientes críticos que absorben un promedio de dos a cuatro horas médicas para su estabilización y posterior ingreso.

La atención de cada paciente requiere, siguiendo la normas de atención y calidad, de dos médicos y dos enfermeros, lo que se hace imposible en el nosocomio oranense.

En la guardia hay dos consultorios, uno para pediatría y otro para adultos, una sala de observación para adultos con seis camas comunes (ninguna ortopédica ni articulada) sin separación entre pacientes infectológicos y los que no.

A esto se suman seis camillas de traslado que se improvisan como camas de guardias dispuestas en el pasillo, donde permanecen los pacientes internados.

La nueva guardia

Según se pudo constatar, la nueva guardia del nosocomio, que debería inaugurarse próximamente, no cuenta con respiradores, equipos de intubación ni camillas de reanimación. Tampoco hay una ventilación adecuada. Para los profesionales, no está acorde a las exigencias sanitarias vigentes en Argentina. Una comisión del Colegio Médico de Salta realizó una auditoría para comprobar la situación real de la guardia, pero hasta hoy se desconocen sus conclusiones.

Fuente: El Tribuno

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