Una bebé casi muere por mala atención en el hospital Castellanos.

Llegó con fiebre al hospital. Allí le pusieron mal una inyección, no trataron bien la fiebre que tenía, terminó con convulsiones: ahora está internada en el hospital Materno Infantil y salió de terapia.

Una padre denunció que su pequeña hija de apenas un año fue tratada muy mal en el hospital de General Güemes, en donde le colocaron mal una inyección para hacerle bajar la fiebre. Según contó, la niña terminó con convulsiones y tuvo que ser traslada en grave estado al hospital Materno Infantil, en donde el sábado salió de terapia intensiva. "Por la mala atención en el hospital, casi pierdo a mi hija", señaló.

Gastón Lazarte señaló que "a mi hija se le estaba yendo la varicela estaba en la última etapa y el miércoles pasado le agarró un poco de fiebre. Como ya era tarde la llevamos al hospital Joaquín Castellanos".

El hombre contó que en el hospital no había un médico de niños y que la atendió uno de adultos, quien le recetó un inyectable. "Fuimos al sector de curaciones y una enfermera la trató mal a mi señora. En ese momento señalaron que no tenían materiales para que se diluya la inyección. Y cuando se la pusieron nos hicieron salir del consultorio, por lo que no vimos que pasó cuando le pusieron el inyectable", contó.

Una vez que llegaron a su casa, ya cerca de las 1 del jueves, la bebé comenzó a estar muy molesta y la nalga en donde le pusieron la inyección comenzó a ponerse morada. "Pensamos que era normal, pero el jueves al mediodía la llevamos de nuevo porque tenía más inflamada su cola. Allí nos dicen que era normal", señaló el padre.
La pequeña fue recibida en el hospital por una médica, que según dijo Lazarte, tampoco es de niños. La doctora decide internarla, cerca de las 14, y le ponen un suero y medicamentos para bajar la fiebre. A las 16 le sacaron sangre para hacerle análisis. "La enfermera nos dijo que no le demos leche", contó el hombre.

Lazarte señaló que uno de los médicos dijo que los síntomas que tenía la nena eran comunes y que la pequeña se iba a quedar unas horas internadas y que luego iba a recibir el alta, ya que no había riesgos.

"A las 21 le pusieron otro suero y más medicamento. El tema es que la niña empezó a convulsionar. Y no había enfermeras. Me desesperé y fui a buscarlos. A esa altura tenía la cola tenia con una ampolla grande y toda negra. Entonces recién nos hicieron la derivación. Los médicos se lavan las manos", señaló el desesperado padre.

También contó que en el traslado a Salta la niña siguió convulsionando. Llegaron la madrugada del viernes. "En el Materno Infantil la estabilizaron y nos dijeron que si nos demorábamos un poco más mi hija se iba a morir. La niña llegó con fiebre, anémica y deshidratada. El sábado salió de terapia. Le hicieron estudios para determinar que tipo de varicela tenía y porque tenía tan pocos glóbulos rojos.", señaló.

Gastón Lazarte tiene además otros dos hijo y por los días que pasó en el hospital junto a su hija perdió el trabajo en una empresa de montaje. "En Güemes nadie se hace responsable y se lavan las manos. Ellos dicen que la nena llegó ya mal. Hasta se hacen los desentendidos con la inyección. El tema es que la derivaron porque nosotros hicimos problema", aseguró.

Fuente: El Tribuno

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