El Papa expulsó a un sacerdote argentino.
El papa Francisco expulsó al sacerdote argentino José Mercau, condenado a 14 años de prisión por abusos sexuales perpetrados cuando era párroco en un templo de la diócesis de San Isidro.
La curia diocesana de San Isidro confirmó mediante un comunicado que el pontífice sancionó a Mercau con la dimisión del estado clerical, por lo que perdió en forma automática todos los derechos del ejercicio sacerdotal, entre ellos celebrar misa y administrar los sacramentos.
Los denunciantes tenían entre 11 y 14 años en 2005 y vivían en el hogar San Juan Diego de la localidad bonaerense de El Talar, donde trabajaba Mercau, quien fue condenado por los delitos de "corrupción de menores reiterada, en concurso real con abuso sexual mediante acceso carnal agravado".
El vocero diocesano, sacerdote Máximo Jurcinovic, sostuvo este miércoles que ante el impacto mediático del caso el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, quiso "comunicar esta decisión de Francisco, de modo claro y a todos los fieles de la diócesis".
Asimismo, recordó que "ya en diciembre pasado el obispo realizó un pedido de perdón público a las víctimas".
En aquella oportunidad monseñor Ojea pidió "públicamente perdón a los jóvenes que han sido afectados por estas conductas realizadas por un sacerdote de nuestra diócesis, el padre José Mercau, cuando era párroco de San Juan Bautista, en Ricardo Rojas, partido de Tigre".
El obispo y el clero sanisidrense ratificaron su "decisión de ayudar, desde nuestras posibilidades, a estos jóvenes a sanar heridas y construir un porvenir", y manifestaron su deseo de que este gesto "signifique también una renovación en toda la comunidad del compromiso por promover una cultura del cuidado de los niños y adolescentes".
La decisión de Ojea de pedir perdón y reparar económicamente a las víctimas se enmarcó en la política de "tolerancia cero" con los clérigos abusadores impuesta por la Santa Sede y la prédica del pontífice argentino en cuanto a la necesidad de acompañar a las víctimas de abusos.
Mercau fue imputado por cuatro casos de corrupción reiterada de menores de edad, dos hechos de abuso sexual agravado por acceso carnal reiterado, abuso sexual agravado por sometimiento sexual gravemente ultrajante, abuso sexual perpetrado en forma continuada y calificada por la condición de autor y convivencia preexistente con menores de edad.
El sacerdote estuvo arrestado quince días en una comisaría y luego permaneció tres años detenido en el monasterio benedictino de Los Toldos. Tras ser denunciado por no respetar las condiciones de detención, Mercau fue llevado a la Unidad 41 de máxima seguridad del complejo penal de Campana, que depende del Servicio Penitenciario Bonaerense.
En 2011, en un juicio abreviado, el sacerdote reconoció haber abusado de los adolescentes y se impuso una pena de 14 años de prisión.
En septiembre de 2013 la defensa solicitó salidas transitorias para el sacerdote, pero el pedido fue rechazado.
En marzo de este año, el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Isidro, a cargo de los jueces Mónica Tisato, María Coehlo y Eduardo Laveña, concedió a Mercau el beneficio de la excarcelación bajo palabra.
Fuente: Portal de Internet
La curia diocesana de San Isidro confirmó mediante un comunicado que el pontífice sancionó a Mercau con la dimisión del estado clerical, por lo que perdió en forma automática todos los derechos del ejercicio sacerdotal, entre ellos celebrar misa y administrar los sacramentos.
Los denunciantes tenían entre 11 y 14 años en 2005 y vivían en el hogar San Juan Diego de la localidad bonaerense de El Talar, donde trabajaba Mercau, quien fue condenado por los delitos de "corrupción de menores reiterada, en concurso real con abuso sexual mediante acceso carnal agravado".
El vocero diocesano, sacerdote Máximo Jurcinovic, sostuvo este miércoles que ante el impacto mediático del caso el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, quiso "comunicar esta decisión de Francisco, de modo claro y a todos los fieles de la diócesis".
Asimismo, recordó que "ya en diciembre pasado el obispo realizó un pedido de perdón público a las víctimas".
En aquella oportunidad monseñor Ojea pidió "públicamente perdón a los jóvenes que han sido afectados por estas conductas realizadas por un sacerdote de nuestra diócesis, el padre José Mercau, cuando era párroco de San Juan Bautista, en Ricardo Rojas, partido de Tigre".
El obispo y el clero sanisidrense ratificaron su "decisión de ayudar, desde nuestras posibilidades, a estos jóvenes a sanar heridas y construir un porvenir", y manifestaron su deseo de que este gesto "signifique también una renovación en toda la comunidad del compromiso por promover una cultura del cuidado de los niños y adolescentes".
La decisión de Ojea de pedir perdón y reparar económicamente a las víctimas se enmarcó en la política de "tolerancia cero" con los clérigos abusadores impuesta por la Santa Sede y la prédica del pontífice argentino en cuanto a la necesidad de acompañar a las víctimas de abusos.
Mercau fue imputado por cuatro casos de corrupción reiterada de menores de edad, dos hechos de abuso sexual agravado por acceso carnal reiterado, abuso sexual agravado por sometimiento sexual gravemente ultrajante, abuso sexual perpetrado en forma continuada y calificada por la condición de autor y convivencia preexistente con menores de edad.
El sacerdote estuvo arrestado quince días en una comisaría y luego permaneció tres años detenido en el monasterio benedictino de Los Toldos. Tras ser denunciado por no respetar las condiciones de detención, Mercau fue llevado a la Unidad 41 de máxima seguridad del complejo penal de Campana, que depende del Servicio Penitenciario Bonaerense.
En 2011, en un juicio abreviado, el sacerdote reconoció haber abusado de los adolescentes y se impuso una pena de 14 años de prisión.
En septiembre de 2013 la defensa solicitó salidas transitorias para el sacerdote, pero el pedido fue rechazado.
En marzo de este año, el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de San Isidro, a cargo de los jueces Mónica Tisato, María Coehlo y Eduardo Laveña, concedió a Mercau el beneficio de la excarcelación bajo palabra.
Fuente: Portal de Internet