“El Jorobado de París" cumple veinte años y lo festeja con una gira nacional.
La comedia musical, el segundo gran éxito de la compañía dirigida por Pepe Cibrián Campoy que cuenta con música de Ángel Mahler, habla en este caso de la discriminación a lo no «bello» desde un estereotipo exterior, y de no validar lo bello interior de todo ser humano.
"El Jorobado de París" se estrenó en el Luna Park en 1993, poco después del éxito de "Drácula", con la cual el dúo creativo dejó una marca en la historia del espectáculo argentino. Volvió a subir a escena en el 95, el 99 y en 2006.Y estuvo en cartel hasta fin de junio en el teatro Presidente Alvear. La obra, inspirada en el texto de Víctor Hugo, relata la historia de amor imposible protagonizada por Quasimodo, que vive escondido por su deformidad física, y la bella gitana Esmeralda, que de alguna manera le devuelve su dignidad.
Para esta nueva puesta, la pieza tuvo un nuevo análisis, una nueva visión del conflicto de sus personajes principales en dos mundos, uno pasional y brutal, desenfrenado ante sus propios y contrastantes deseos, jugado en el personaje de Claudio Frollo, Archidiácono de París y Príncipe de la Iglesia, que cae abrumado ante la belleza de Esmeralda. Otro festivo, y no por eso menos comprometido, depositado en Magot y Filipón, Reyes de la Corte de los Milagros, mundo subterráneo y peligroso.
La poesía en el Poeta Pierre, la emoción en La Paquette, y la ternura inconmensurable de Quasimodo, el Jorobado de París. Si hablamos de protagonistas todos lo son, cada uno de ellos define un algo de la obra, que es necesario para el otro. Y es así que ‘‘El Jorobado de París’’ pretende ser una experiencia inolvidable... y pasional.
"El Jorobado de París" se estrenó en el Luna Park en 1993, poco después del éxito de "Drácula", con la cual el dúo creativo dejó una marca en la historia del espectáculo argentino. Volvió a subir a escena en el 95, el 99 y en 2006.Y estuvo en cartel hasta fin de junio en el teatro Presidente Alvear. La obra, inspirada en el texto de Víctor Hugo, relata la historia de amor imposible protagonizada por Quasimodo, que vive escondido por su deformidad física, y la bella gitana Esmeralda, que de alguna manera le devuelve su dignidad.
Para esta nueva puesta, la pieza tuvo un nuevo análisis, una nueva visión del conflicto de sus personajes principales en dos mundos, uno pasional y brutal, desenfrenado ante sus propios y contrastantes deseos, jugado en el personaje de Claudio Frollo, Archidiácono de París y Príncipe de la Iglesia, que cae abrumado ante la belleza de Esmeralda. Otro festivo, y no por eso menos comprometido, depositado en Magot y Filipón, Reyes de la Corte de los Milagros, mundo subterráneo y peligroso.
La poesía en el Poeta Pierre, la emoción en La Paquette, y la ternura inconmensurable de Quasimodo, el Jorobado de París. Si hablamos de protagonistas todos lo son, cada uno de ellos define un algo de la obra, que es necesario para el otro. Y es así que ‘‘El Jorobado de París’’ pretende ser una experiencia inolvidable... y pasional.