Paulo Burlando tuvo su primer contacto con un familiar
Tras la nota publicada por El Tribuno la semana anterior, sobre la forma de vida de Paulo Enrique Burlando, quién desde hace 20 años vive dentro de su camión estacionado a la vera de la ruta nacional Nº 34, un sobrino suyo Claudio, hijo de su hermano Tito, se puso en contacto con nuestra producción, para intentar un diálogo con su desaparecido tío, quién se creía muerto al no tener noticias suyas por tanto tiempo. El contacto telefónico fue por unos 15 minutos. Más allá de las preguntas que son lógicas en un reencuentro, Claudio intentó convencer a su tío Paulo de su regreso, pero fueron todas negativas, “para qué quiero volver si estoy bien aquí”, repetía una y otra vez Paulo, “la gente me quiere, me trata bien, tengo todo lo que necesito, me sentiría mal si me vienen a buscar. No sabía que había pasado tanto tiempo sin verlos, creo que voy a regresar cuando arregle mi camión” expresa con mucho convencimiento, algo que a criterio de quienes saben de mecánica eso será una tarea casi imposible ya que tiene roto el cigüeñal y el motor. Su sobrino Claudio aseguró que en 45 días vendrán a conversar con él, “va a ser difícil convencerlo de que regrese a casa, pero vamos a intentarlo, en poco más de un mes estaremos por Güemes y espero que logremos convencerlo, mientras tanto mantendremos contacto telefónico”.
No se sabe qué lo hizo quedar en esta ciudad, solo dice que su camión se paró y se quedó con él, “si mis padres vivieran seguro que regreso, pero ya no están, así que me quedo aquí donde me siento muy bien” expresó. También contó que su memoria nunca fue buena,”si alguien enseñaba algo, yo lo entendía pero al rato no me acordaba de nada” afirmó. Quizás esta situación se haya profundizado un poco, ya que sus expresiones repetitivas y sus lapsus, están más allá de la media normal.
FOTO: Paulo hablando con su sobrino Claudio.
No se sabe qué lo hizo quedar en esta ciudad, solo dice que su camión se paró y se quedó con él, “si mis padres vivieran seguro que regreso, pero ya no están, así que me quedo aquí donde me siento muy bien” expresó. También contó que su memoria nunca fue buena,”si alguien enseñaba algo, yo lo entendía pero al rato no me acordaba de nada” afirmó. Quizás esta situación se haya profundizado un poco, ya que sus expresiones repetitivas y sus lapsus, están más allá de la media normal.
FOTO: Paulo hablando con su sobrino Claudio.