Camino a la Carcel Federal Suma accidentes en poco tiempo
Un camino cada vez mas peligroso.
El camino, debemos llamarlo así porque fue un camino vecinal, que une la ciudad de Gral. Güemes con la ruta provincial Nº 8, desde que sus, aproximadamente, dos kilómetros fueron asfaltados para facilitar el acceso a la cárcel federal, se ha transformado en un lugar de tránsito muy peligro, situación que desde el año pasado venían denunciando los vecinos del Bº La
Tablada, quienes se sienten afectados debido que hasta allí llega el camino transformado en la calle Tucumán. El notable incremente del tránsito vehicular y las elevadas velocidades a las que circulan, eran factores de riesgo a los que solo se debía dar un tiempo hasta que las consecuencias comenzaran a aparecer. Un auto móvil incrustado en una casa a fines del año anterior y dos importantes accidentes, uno de ellos con víctima fatal en menos de una semana, son suficientes como para pensar en que algo se debe hacer, mas allá de llamar a la reflexión de quienes conducen. El pedido vecinal fue siempre el mismo, la colocación de lomos de burro, elemento indeseable pero necesario y en lo que el pueblo güemense tiene mucha experiencia ya que están dispersos por toda la ciudad como un cepo a la irresponsabilidad en el manejo de la mayoría.
El camino, debemos llamarlo así porque fue un camino vecinal, que une la ciudad de Gral. Güemes con la ruta provincial Nº 8, desde que sus, aproximadamente, dos kilómetros fueron asfaltados para facilitar el acceso a la cárcel federal, se ha transformado en un lugar de tránsito muy peligro, situación que desde el año pasado venían denunciando los vecinos del Bº La
Tablada, quienes se sienten afectados debido que hasta allí llega el camino transformado en la calle Tucumán. El notable incremente del tránsito vehicular y las elevadas velocidades a las que circulan, eran factores de riesgo a los que solo se debía dar un tiempo hasta que las consecuencias comenzaran a aparecer. Un auto móvil incrustado en una casa a fines del año anterior y dos importantes accidentes, uno de ellos con víctima fatal en menos de una semana, son suficientes como para pensar en que algo se debe hacer, mas allá de llamar a la reflexión de quienes conducen. El pedido vecinal fue siempre el mismo, la colocación de lomos de burro, elemento indeseable pero necesario y en lo que el pueblo güemense tiene mucha experiencia ya que están dispersos por toda la ciudad como un cepo a la irresponsabilidad en el manejo de la mayoría.
El
camino al Algarrobal como se lo conocía, fue asfaltado meses antes de
la inauguración de la Cárcel Federal, transformándose en su único
acceso. Sus largos dos kilómetros, lejos de una zona urbana, son una
irresistible tentación para un pié que pisa el acelerador. Su tránsito
esta compuesto en un 80 % por personal de la cárcel y parientes de
detenidos, el resto por vehículos particulares con destino a las fincas
del Algarrobal o camiones municipales con destino al basural, también
es el lugar predilecto para aquello que gustan de la actividad física y
son los principales testigos de las velocidades de los automóviles y
camionetas.
Durante
la semana anterior entre el lunes y el sábado ocurrieron dos
importantes accidentes, el primero de ellos un choque entre un Renault
Clío conducido por un personal de la cárcel quién colisionó contra un
caballo, como saldo un caballo muerto y el conductor inconsciente que
por suerte evolucionó favorablemente, el segundo fue el viernes
anterior, un choque entre un auto y una moto, el joven en la moto
falleció hoy lunes 12, tras dos días de internación en el hospital de
Salta.