Lo cité en dos oportunidades y canceló las reuniones. Luego de eso se presentó en la casa de Iván con una abogada con actitudes muy prepotentes.

Los vecinos organizan marchas para reclamar justicia. El abogado de la familia aclaró que Iván era un chico aplicado, que se preparaba para tomar la Primera Comunión.
Nadie se explica todavía la muerte de Iván Bejarano, de 11 años. En General Gemes todos lamentan el accidente evitable y fatal que tuvo este niño, el 30 de octubre, cuando jugaba con sus amigos en la plaza del barrio El Cruce.
Una columna puesta inútilmente allí, cedió y lo mató, mostrando con saña la fragilidad de la vida.
Después de este suceso que llenó de duelo a los vecinos, pasaron muchas cosas que no tienen explicación.
Iván sigue siendo "el tema" en el pueblo porque la herida es reciente, está abierta y sangra. Son muchos los interrogantes sobre el futuro, sobre quiénes son los responsables, sobre si pagarán la culpa, o sobre si esta tragedia formará parte del compendio de la impunidad. Pero aunque todos murmuran, balbucean y versionan el hecho, se percibe una especie de temor, de algo que subyace encerrado a la sombra de la verdad que quiere ser grito, pero aún está encerrada en una silenciosa incertidumbre.
Desde el 30 de octubre los vecinos de los barrios Santa Teresita y El Cruce organizaron marchas por las calles céntricas de Gemes para pedir justicia por esta absurda forma de morir que tuvo Iván.
Un par de funcionarios municipales fueron removidos de sus cargos y lo último que se supo es que los vecinos marcharon esta semana hasta el Concejo Deliberante de Gemes para pedir acción de parte de los ediles y la respuesta fue correrlos con la policía.

Sin consuelo
Iván era alumno de la escuela del barrio Santa Teresita, compañero de los chicos del 4´ "D". Los niños, sus padres y los docentes de la escuela, no tienen consuelo.
El Tribuno fue hasta la humilde casa en la que vivía Iván junto a sus padres y sus tres hermanos, en el barrio Santa Teresita.
En el patio de entrada estaba su mamá, Alejandra Rodríguez que lo único que atinó a decir es: "Hablen con mi abogado, yo no puedo decir nada".
Con el abogado
Entonces, El Tribuno habló con el abogado de los Bejarano, Rubén Alfaro, quien vive justo en frente de la casa de la familia de Iván. "Ya hicimos las actuaciones correspondientes, las averiguaciones preliminares y estamos arrimando las pruebas a la Fiscalía de General Gemes, a cargo de Ramiro Ramos Osorio", dijo el abogado Alfaro.
Sobre su vecindad con los Bejarano, el letrado dijo que habita esa casa "transitoriamente".
Agregó: "Yo quiero limpiar la imagen de Iván. Hubo versiones sobre que Iván era un chico callejero y no es verdad. Iván era abanderado, estaba por terminar sus estudios para tomar su Primera Comunión, iba a un taller de dibujo, a una escuela de fútbol y a la vez sacaba buenas notas en la escuela", aseguró en una exclusiva charla.
De los fuertes rumores que corrieron sobre un vínculo de este abogado con el intendente de Güemes, Daniel Segura, Alfaro fue enfático al decir: "Es imposible. No hay vínculo. Yo lo cité en dos oportunidades y canceló las reuniones. Luego de eso se presentó en la casa de Iván con una abogada con actitudes muy prepotentes. Su comportamiento es desleal y evidencia sus intenciones", concluyó Alfaro.
Fuente: El Tribuno

Entradas populares de este blog

OBITUARIO